viernes, 6 de noviembre de 2009

La HIstoria DeL Ragnarok


El Ragnarok
El Ragnarok, en contra de la creencia popular no tiene nada que ver con el fin del mundo ni el Crepúsculo de los Dioses, sino que significa "El Destino de los Dioses".
Vendrá el invierno llamado Fimbulvetr, con inmensas nevadas, hielos y vientos gélidos en todas las direcciones. El sol no será capaz de calentar. Tres inviernos seguirán sin ningún verano por medio, pero antes vendrán otros tres, en los que el mundo se sumirá en grandes batallas, y los hermanos se matarán entre sí por avaricia, y no respetarán al padre y al hijo, ni en las matanzas ni en el incesto.
El lobo que persigue al sol se lo tragará, y lo mismo sucederá con el que sigue a la Luna. Las estrellas se precipitarán desde el cielo. Temblará la tierra y las montañas se derrumbarán, y todas las cadenas se romperán y quebrarán.


Entonces se soltará el Lobo Fenris (atrapado gracias al sacrificio de la mano de Tyr por una cadena mágica que construyeron los enanos).
Las aguas inundarán la Tierra, pues la Serpiente de Midgard se revolverá con furor de gigante y saltará a la tierra. Se soltará entonces el barco Nafglari, hecho con las uñas de los muertos (por eso se evita que un muerto sea enterrado sin cortarle las uñas, para no dar fuerza a ese barco y retrasar el Ragnarok). Su piloto es el gigante Hrym.
Fenris abrirá su boca hasta tocar cielo y tierra, y saldrá fuego por ella. La serpiente escupirá veneno y se encrespará por los aires haciendo compañía al lobo.
Se rasgará el cielo y vendrán cabalgando los hijos de Muspell, presididos por Surtur y su brillante espada. Cuando cabalguen sobre Bifrost se romperá. A la llanura de Vigrid también llegarán Loki y Hrym y todos los Gigantes de la Escarcha, y a Loki lo seguirán todas las criaturas del Averno. Y Heimdall se levantará y soplará el cuerno Gjallarhorn y despertará a todos los dioses y se reunirán en asamblea. Odín cabalgará hasta el puente de Mímir y le pedirá consejo. Entonces temblará Yggdrasil, el fresno del mundo, y no habrá nadie sin miedo.
Los Ases y los Einherjard, los guerreros del Valhalla, vestirán sus armas y cabalgarán hasta el llano. Primero irá Odín, con su yelmo y su coraza de oro, y su lanza Gungnir, y lo atacará el lobo Fenris, y Thor no le podrá ayudar pues tendrá que enfrentarse a la serpiente de Midgard, Jormungand. Frey luchará contra Surtur, mas morirá por no tener la espada que le dio a Skirnir. Entonces soltarán al perro Garm, el más horrible de los monstruos, que está atado ante Gripahell, y luchará contra Tyr y se matarán los dos. Thor dará el golpe de muerte a la serpiente de Midgard y entonces retrocederá nueve pasos y morirá por el veneno de la serpiente. El lobo se tragará a Odín, y así morirá el Padre de Todos. Pero Vidar pisará la mandíbula de Fenris con su zapato hecho de las suelas que los hombres desechan (lo cual es bueno, pues ayuda a los Ases) y se la romperá al tirar de la mandíbula superior. Loki luchará con Heimdall y los dos morirán. Entonces Surtur arrojará fuego sobre la tierra y quemará todos los mundos.
Pero no todo el mundo morirá. Los que estén en el cielo Gimlé se salvarán y beberán, y también los que estén en el palacio Brimir en Okolnir, pero otros estarán en lugares horribles, palacios hechos de serpientes que escupen ríos de veneno que los asesinos y los que rompen juramentos tendrán que vadear. Y aún peor será en Hvergelmir.
Pero la tierra volverá a surgir de los mares y será verde y bella y crecerán los campos sin sembrarlos. Vivirán Vidar y Vali, a quienes el fuego de Surtur no dañará, y habitarán en Idavellir, donde estuvo Asgard. Y allí irán Magni y Modi, los hijos de Thor, y tendrán el Mjolnir. Y del infierno vendrán Balder y Hödr, y hablarán de las viejas runas, y encontrarán en la hierba los escaques de oro que pertenecieron a los Ases. En un bosque llamado Hoddmímir se habrán escondido del fuego dos hombres llamados Líf y Leifthrasir, y comerán rocío y serán los padres de una descendencia que habitará todos los mundos. Y el Sol tendrá una hija no menos bella que ella misma. Y nadie puede hablar más allá de la marcha de los tiempos.
Y termina la profecía de la vidente con el dragón Nidhögg hundiéndose en los infiernos:

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